Toledo Ve
en el Centro de las Artes de San Agustín
A lo largo de su trayectoria, el artista Francisco Toledo ha diluido los límites de diversos campos del conocimiento y la creación artística; ha vuelto porosas las fronteras entre las artes visuales, la literatura, el diseño, la artesanía, la arquitectura, el juego, la enseñanza, el activismo social y la ecología. Y en ese camino, además de su obra plástica, ha realizado numerosos objetos utilitarios y decorativos que abrevan en las técnicas o tradiciones artesanales de los pueblos indígenas, siempre exaltando el lenguaje propio de los materiales -texturas, densidades, plasticidad o colores- generando al mismo tiempo, su personal gramática del ornamento. Toledo habla el idioma del metal, el barro, el papel, el vidrio, la madera, el cuero, el textil y de tantos otros elementos que la tierra entrega, para crear objetos que hermanan la utilidad con la belleza, que se pueden ver y se pueden tocar, que de igual modo se usan y se admiran. La muestra Toledo ve se configura como una especie de “gabinete de curiosidades y maravillas” que permite al visitante adentrarse en el universo creativo del artista y conocer diversas etapas de producción de la amplia gama de bienes funcionales que ha diseñado durante varias décadas. La exposición está conformada por una serie de artículos de la vida cotidiana que le han servido de inspiración, así como bocetos, prototipos, modelos y objetos intervenidos, hasta piezas acabadas ya sean múltiples u obras únicas. La unión de la función utilitaria con la belleza es el principio que rige la amplia producción de los diseños de Toledo, noción que adopta de la artesanía y la cual, en palabras de Octavio Paz, se sitúan como punto medio entre la economía de formas del diseño industrial –utilidad y simplicidad- y la contemplación estética del objeto artístico. La producción artesanal con su profusa ornamentación, permite ver siempre la impronta de su fabricante, hace que la materialidad del objeto y por consiguiente su uso, conviva con los sentidos, con el goce y el placer que produce el decorado, pero también con la imaginación y la fantasía que despierta. En su juventud, el maestro Toledo ingresó en el Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías fundada por el pintor Chávez Morado en la plaza de La Ciudadela (ahora Escuela de Artesanías del INBAL), institución pionera en la enseñanza del diseño como una profesión que continúa impartiendo estudios técnicos en cerámica, ebanistería, metales, esmalte, joyería, orfebrería, textiles, vitrales y estampado, muchos de ellos enfocados hacia su aplicación en espacios arquitectónicos. Y en esa temprana formación, es donde también se apuntala el interés del maestro Toledo por los cruces entre la arquitectura, el diseño, la artesanía y las artes visuales.
Francisco Toledo traduce su mirada creativa en objetos de la vida cotidiana, en diseños con sentido y con una función directa entre el ser humano y el mundo que lo rodea, en ello reside su verdadera belleza.
Lluvia Sepúlveda
Cuando Francisco Toledo (1940—2019) tenía trece años, se mudó a la ciudad de Oaxaca para estudiar la secundaria. Hasta ese momento, sólo había vivido en poblaciones pequeñas, por lo que quedó deslumbrado con los diseños que encontró en las rejas, las esculturas y los pisos que formaban parte de la arquitectura de la ciudad —en los lugares donde había vivido sólo había conocido pisos de ladrillo y tierra—. Más adelante, viajó a la ciudad de México e ingresó a una escuela que preparaba a los alumnos para que integraran la arquitectura con el arte. «Y eso me dio la idea de que los artistas debían hacer cosas para que la gente pudiera tener, lo mismo un cuadro que un piso, un vitral, o un barandal», comentó Toledo. Es a partir de ese pensamiento que, décadas después, Toledo aplicó sus diseños a objetos y elementos arquitectónicos colaborando con talleres de Oaxaca. En esta exposición, se han limitado las cédulas. La intención del artista fue presentar, de manera mezclada, sus piezas junto a algunos objetos que lo habían inspirado. Buscaba que los visitantes encontrarán las relaciones y les sirviera para observar al mundo de una manera distinta. Quería mostrar no sólo lo que había creado sino también enseñar cómo Toledo ve.
Daniel Brena
Créditos